domingo, 5 de agosto de 2012

¡Informe Sus and Rach!

Bueno, pues deciros a todos que sintiéndolo mucho, hasta dentro de mucho tiempo, no voy a poder subir ningún capítulo más. ¿Por qué? Pues porque tengo que estudiar para septiembre.. Como veis, la escritora esta es muy tonta, y si, ya lo reconozco porque me lo dicen muchas personas.. Espero que de modo cariñoso.
¡Pero no perderemos el tiempo! Mi compañera de aventuras Rachel y yo estamos trabajando en un cómic.. Con unos personajes un poco "extraños". Cuando nos aclaremos con ello, lo subiré y ya me contareis que tal. De momento os dejo la portada del cómic aquí.




Como veis los dibujos son un poco simples.. Pero nos lo hemos currado mucho.. Solo con deciros que lo estábamos dibujando cada que el profesor se daba la vuelta.. Ya os lo podéis imaginar. El aburrimiento es muy malo.. (Seguro que habéis pensado.. ¡Entonces normal que vaya a septiembre!) Pues si, como ya he dicho antes, soy muy tonta y muy vaga. Gracias.
Volviendo a lo de antes.. El cómic.. En fin, no os esperéis que sea un cómic de la hostia.. Esta hecho con las chorradas que a cada una se nos ocurría. Pero por lo menos, reirme, me he reído mucho dibujándolo.
Bueno, entonces supongo que.. ¡Ya nos veremos! Y que disfrutéis del verano que queda.. ¡Y no seáis tan tontos como yo! 
¡Un fuerte abrazo de parte de Rachel y otro de mi parte!





Konoha. (Parte 6)


Suspiré resignada, antes de que el profesor me hiciera una seña para que entrara tras él. Dai, a mi lado, intentaba animarme con una sonrisa. Yo le envié un intento de sonrisa antes de entrar en la clase.
Con la cabeza agachada llegué hasta donde estaba el profesor. Lentamente, levanté la cabeza y recorrí mi mirada por toda el aula. En las últimas filas, hubo un chico rubio que me miraba con interés. Intenté pasar de él.
-¡Escuchar! –exclamó el profesor- Tenemos una nueva estudiante que asistirá a nuestra academia y a nuestra clase.
-¡Yo soy Kushina Uzumaki! –me di cuenta demasiado tarde de que lo había dicho gritando. Avergonzada, me tapé la boca con las manos.
Toda la clase empezó a murmurar. Todas las miradas se dirigían a mi.
-¡Mira el color de su pelo! –chilló un niño a su compañero de al lado, señalándome.
-¿Cómo es que alguien puede tener un pelo así? –le contestó el otro.
Acaricié mi pelo, preguntándome por qué todos se estaban fijando tan solo en eso. Solté un poco del flequillo, intentando esconderme tras él, y con la cabeza agachada dirigí mi mirada hacia la puerta, con la esperanza de que Dai me animara desde allí con otra sonrisa. Para mi sorpresa, ni él, ni los otros dos profesores que nos habían acompañado hasta allí estaban. Aquello hizo que me doliera un poco el pecho, en esos momentos necesitaba sentir que Dai estaba allí para animarme.
“¿Dónde estará...?” me pregunté con tristeza.
Con un pequeño suspiro, mi cabeza volvió a la clase.
-¡Su pelo es muy raro! –continuaron los murmullos y las risas hacia mi.
-¡Silencio! ¡Sentaros todos! –irrumpió el profesor entre los alumnos, pero no causó mucho efecto en ellos.
Aquel pequeño dolor que sentía en el pecho poco a poco se fue convirtiendo en rabia.
-Yo.. –balbuceé enfadada- ¡Yo me convertiré en la primera chica Hokage de esta aldea!
Todos se callaron. La mayoría me miraron con reprobación, seguramente preguntándose por qué una extraña como yo había dicho tal cosa, otros me miraron extrañados. El profesor no dijo nada, simplemente me miró como todos los alumnos.
Para mi sorpresa, el chico rubio en el que me había fijado antes se levantó.
-Yo también quiero ser un gran Hokage, que será admirado por todos en la aldea –dijo con una sonrisa cautivadora, que hizo que muchas chicas le miraran embobadas.
Le miré con un aura de superioridad. Lo primero que se me pasó por la cabeza fue que un flacucho como él nunca podría llegar a ser el Hokage de la aldea. Pero aun así ese chico tenía algo que no paraba de llamarme la atención.

Dai se encontraba en la Torre del Hokage, haciendo una reverencia delante de la mesa donde se encontraba sentado Hiruzen Sarutobi, el tercer Hokage de Konoha. A ambos lados estaban dos miembros del ANBU.
-¿No quedó nadie más? –preguntó Sarutobi.
Dai negó con la cabeza.
-Solo quedamos nosotros –respondió con tristeza.
-La guerra siempre ha traído consecuencias dolorosas.. –suspiró Sarutobi- Pero no debemos dejar que la tristeza se apodere de nosotros –Dai asintió con un gran ardor en la garganta- Desde hoy perteneceréis a Konoha, y serás un ninja que luchará por esta aldea.
-Lo sé. Muchísimas grac-
-Pero no debes olvidarte de la verdadera misión que tenéis ambos aquí –le interrumpió.
Dai volvió a asentir lentamente, mientras un dolor mas intenso se apoderaba de su cuerpo.